Ester 4:1-2
Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por la ciudad clamando con grande y amargo clamor. Y vino hasta delante de la puerta del rey; pues no era lícito pasar adentro de la puerta del rey con vestido de cilicio.
No se si lo has notado, pero regularmente, cuando se tocan temas de principios y valores, se tiene una percepción negativa o un tanto aburrida. Para algunos jóvenes, vivir una vida apegada a reglas, es estar sometido a un control excesivo o haber perdido su libertad. La vida de Mardoqueo es un ejemplo de lo que es vivir una vida con principios y la recompensa se obtiene viviendo de acorde a ellos.
Imagina por un momento, la enorme angustia que sintió Mardoqueo al enterar de que toda su raza se enfrentaría a la aniquilación. Sin embargo, en medio de todo ese conflicto, la biblia nos enseña que Mardoqueo en ningún momento rompió las leyes medo persa. Había una ley que prohibía entrar en la presencia del rey vestido de luto, Mardoqueo pudo haberlo hecho para en cierta manera, tratar de llamar la atención del rey, pero el no lo hizo así. El no infringió la ley, el permaneció obedeciéndola y espero la recompensa que esperaba de Dios.
Al actuar de esa manera, Mardoqueo puso en evidencia su determinación a obedecer siempre las reglas. Ten en mente lo siguiente en cada cosa que hagas, el cristianismo de un creyente se refleja cuando es capaz de hacer lo correcto aún cuando nadie sepa lo que está haciendo. Mardoqueo era de esa clase de personas, el hacía lo correcto, porque sabía que era lo correcto. Aunque esto no sucedió de la noche a la mañana, tal vez a ti al igual que a Mardoqueo te lleve tiempo demostrarle a la gente que eres un joven de principios.
Mardoqueo lo hizo a través de actos heroicos (Ester 2:19-23) como salvar la vida del rey como también lo hizo sirviendo fielmente a las puertas del palacio.
Este tiempo de caos en el mundo, es una oportunidad que tienes para mostrarte del lado de la justicia, para que seas la luz que alumbre este mundo de tinieblas, la sal que sazona la tierra, un trastornador que choque con la ideología de este mundo.
Colosenses 3:4
Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.